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miércoles, diciembre 17, 2008

Todos creen que tiene un aspecto temible, que es un ser miserable y sin sentimientos, y siempre se lo relaciona con las cosas malas que le pasa o hace el hombre. La mente insiste en crear antagónicos. Más aún en este caso, cuando la culpa se le debe atribuir a alguien, sólo porque para ese hecho horrendo no hay respuesta lógica.¿Por qué, cuando algo bueno sucede, decimos: “Gracias a Dios” ? ¿Y por qué, cuando sucede lo contrario, decimos: “Es cosa del diablo”? ¿Será que lo tenemos tan asumido que hasta he escrito su nombre con minúsculas? ¡Deberíamos mostrar algo de respeto! Alguna vez me dijeron que el Diablo busca las almas débiles y al preguntarme si esto era razonable, encontré que no, que carecía de lógica. Lo sensato es que Dios busque a los débiles de espíritu para poder ayudarlos. ¿Para que se va a esforzar en los fuertes? Ellos tienen la oportunidad de salvarse; los débiles no. Es como tirar un salvavidas dentro de un bote cuando hay gente en el agua ahogándose. ¡Qué paradoja!, pensé. ¿Será que Dios descarta a sus hijos enfermos para salvar a los que más oportunidades tienen? ¡Qué cómoda solución!Al contrario, el Otro siempre está, y en mis peores momentos lo considero un amigo. Me ayuda a escribir estas palabras a pesar del exceso de droga; a pesar de lo que acabo de hacer, desparramando los sesos de mi jefe por toda la oficina; a pesar de haberle fallado a mi familia y a pesar de que en unos minutos la policía tocará mi puerta y me llevará detenido.Sé que Él estará conmigo, a mi lado, para aconsejarme. Siempre.

Kamen
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